viernes, junio 6

Vitácora Misionera: Segunda Parte y Final

Los pastores Sergio y Patricia Araneda nos cuentan parte de sus primeras experiencias al llegar a Paraguay. Les invitamos a leer la segunda parte y final de su vitácora misionera.

Luego de la primera semana de estar en Paraguay, le tocó a Millaray experimentar su primer día de clases. Ya cuando habíamos ido a inscribir oficialmente a Millaray, como alumna del colegio (Gutenberg uno de los más prestigiosos del país, y gracias a Dios por esa bendición), ella se quiso quedar de inmediato!! Así en este su primer día de clases ella entró sin ningún problema. El problema lo tuve yo tratando de ahogar una fuerte emoción al ver a mi pequeña hija en su primera salida sola, al mundo real. Cuando Millaray salió del colegio decidimos celebrar como familia el magno evento, y nos fuimos a un lugar cercano en donde vendían helados artesanales. Dígase de paso que acá en Paraguay hay muchos lugares donde la gente hace helados, y puedo asegurar que hasta ahora no he probado un helado malo (sin ese sabor a leche que todo buen helado debe tener). En el lugar donde fuimos, nos atendió muy bien la dueña de casa, como suele ser el paraguayo en general, muy conversador, simpático con su interlocutor. No es que sólo hablen ellos. Realmente expresan interés en lo que uno tiene que decir. Al menos así se percibe. La Señora, cuando le dijimos que éramos misioneros, nos comentó que aunque ella era católica, reconocía que no se le enseñaba la Biblia en su iglesia y nos invitó a visitarla para juntos estudiar la Biblia. Gran oportunidad pensé yo. Pero cuando volvimos otra persona nos atendió, preguntamos por ella pero nos dijeron que estaba durmiendo creo. Hemos vuelto a pasar varias veces “a tomar helado”, pero aunque preguntamos por ella, no la hemos vuelto a ver. ¿Habrá habido alguien escuchando de su interés por estudiar la Biblia con nosotros?…no sé. Ese fue nuestro primer contacto ministerial con Paraguay, espero que no sea la tónica en lo futuro. Dios nos ayude.
Nuestros primeros días se caracterizaron por una incómoda sensación de temor.
Siempre escuchábamos algo así como disparos, especialmente en las noches (hoy sé que en la mayoría de los casos sólo se trata de petardos, usados durante todo el año y para cualquier ocasión).
La impresión de que iban a entrar muchos bichos propios de las zonas tropicales, nos hacían aceptar a regañadientes a algunas lagartijas que andaban por la cocina, para que ellas se comieran a los “bichos peligrosos”. Entrar a la cocina exigía primero mirar ben si es que no había una de ellas en el lavamanos o sobre la loza.
La verdad es que no hay bichos peligrosos por doquier como pensábamos. Y aún no hemos visto al famoso sapo “gigante”, que me dijeron siempre sale después de la lluvia. Por lo menos no acá en la ciudad.

El mantener siempre todo cerrado por miedo al mosquito del dengue y mantenerse siempre atento para no dejar de ponerse repelente especialmente al salir a la calle, fue una de mis obsesiones!!!
Hasta que entendí, que hay un horario en el que el mosquito pica, si estas con repelente es muy improbable que te pique. Se asocia también con sectores con mucha basura, y más bien cerca del río. Lo que no significa que podamos ser atacados por el dengue, pero de algún modo ya estamos más relajados, tomando nuestras medidas y confiando en el cuidado del que nos envío aquí.


Desde comienzos de abril la temperatura bajó considerablemente, ¡hasta frío hemos pasado! Algunos hermanos generosamente nos hicieron llegar algo de ropa gruesa al ver que nada grueso habíamos traído. Cómo exagera uno, o se equivoca, cuando trata de imaginar cómo es otro país, otra cultural, otra gente.
Es una experiencia atemorizante pero muy enriquecedora.
Tener que aprender muchas cosa de nuevo: a usar el dinero, a cruzar una calle, donde no existen reglas del tránsito (bueno, sí, pero no las usan), a afinar el oído para poder entender lo que están hablando, que aunque es español está modulado de otra manera y cuesta entender lo que hablan.
Agréguese a eso el uso de palabras en guaraní. Tiene uno que poner mucha atención y pedir que le repitan si es necesario.

Preparando una jornada de oración por el país, solicitamos
a algunos hermanos líderes que nos dieran un diagnóstico de las necesidades más sentidas en Paraguay este último tiempo, las comparto para que Chile nos ayude a orar:

1. Promoción de los antivalores.
Hay campañas muy sutiles pero certeras, que buscan dar espacio de acción libre a movimientos gay. Oremos que Dios frustre estos planes.
2. Aumento de la violencia.
Mucho asalto con consecuencias fatales.
3. Alto índice de accidentes.
Una gran preocupación son los accidentes en motocicleta. Tres personas por día están muriendo por esta causa. Las autoridades están muy preocupadas (aunque ellas tienen gran responsabilidad en la situación) la gente no toma conciencia y es común ver personas sin casco, incluso grupos familiares (Padres e hijos) en ellas sin ninguna protección.
4. Período de transición por cambio de gobierno.
Recién fueron las elecciones y recién en agosto asume el nuevo gobierno. Es curioso se ha producido como una especie de “vacío de poder”, y en arios ministerios hay una especie de desorden o caos. Hacienda está batallando con una ola de invasiones de propiedad, por parte de gente que busca casa propia.

Sergio y Patricia Araneda.

No hay comentarios: