Por mucho tiempo hemos dicho que en misiones somos llamados a Orar, Dar e Ir. En nuestras iglesias generalmente hacemos énfasis en el “Orar” y “Dar” asumiendo que el “Ir” está reservado para aquellos con un llamado particular de Dios a las naciones.
En medio de los dolores de nuestra sociedad, en medio de las tragedias que han golpeado a nuestro país y al mundo, el Señor nos llama a SER cristianos, a vivir nuestra fe como verdaderos discípulos del maestro. Cada uno de nosotros ya estamos en un constante “IR”; estamos en el lugar de trabajo, en centros de estudio, en el comercio, en comunidad, etc. Estos son nuestros lugares de misión donde el evangelio se predica viviendo la fe en la práctica del día a día.
¿Es esto realmente así?
A la luz de la Palabra entendemos que cada miembro del cuerpo de Cristo está llamado a SER un discípulo de Jesús, un fiel seguidor del maestro (Lucas 9:23), apartado (Juan 17) para ser luz del mundo y sal de la tierra (Mateo 5:13-14).En medio de los dolores de nuestra sociedad, en medio de las tragedias que han golpeado a nuestro país y al mundo, el Señor nos llama a SER cristianos, a vivir nuestra fe como verdaderos discípulos del maestro. Cada uno de nosotros ya estamos en un constante “IR”; estamos en el lugar de trabajo, en centros de estudio, en el comercio, en comunidad, etc. Estos son nuestros lugares de misión donde el evangelio se predica viviendo la fe en la práctica del día a día.
Nuestro mayor desafío hoy en Chile, es vivir nuestra fe como discípulos de Jesús. ¿Responderás tu al llamar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario