"Uno de ellos Seferino, llegó al Señor a raíz de un grave accidente. Se le dijo que no podría caminar, se entregó a Cristo en el hospital y Dios comenzó a hacer una maravillosa obra en él.
Aunque no podía ser sumergido por su lesión a la columna, en consideración a su deseo de ser bautizado, acordó el equipo pastoral bautizarle sentado, y le dejamos caer agua con dos jarras. Fue muy emocionante, y está siendo muy fiel en su deseo de discipularse y servir al Señor. De hecho anhela algún día poder predicar, para ello no deja un día que no estudia la Biblia y ya la ha leído completa dos veces y ahora está en la mitad de su tercera lectura".
Aunque no podía ser sumergido por su lesión a la columna, en consideración a su deseo de ser bautizado, acordó el equipo pastoral bautizarle sentado, y le dejamos caer agua con dos jarras. Fue muy emocionante, y está siendo muy fiel en su deseo de discipularse y servir al Señor. De hecho anhela algún día poder predicar, para ello no deja un día que no estudia la Biblia y ya la ha leído completa dos veces y ahora está en la mitad de su tercera lectura".
No hay comentarios:
Publicar un comentario