martes, mayo 20

La Alianza Cristiana y Misionera: UN MOVIMIENTO CENTENARIO


LA ALIANZA CRISTIANA Y MISIONERA:
UN MOVIMIENTO CENTENARIO
Pr. Benjamín Alvarado.
Coordinador Nacional de Misiones Argentina

Al asistir al Congreso Mundial de la Alianza, que se realizó en Chile en abril pasado, tuvimos el privilegio de tener una visión global de este movimiento que Dios levantó hace más de cien años. Dicen los expertos que todo movimiento tiende a crecer al máximo de su potencial, hasta que comienza a bajar también a lo que han denominado dolorosamente “la curva maldita” ¿Qué ha pasado con nuestra Alianza Cristiana y Misionera?

Es un poco difícil evaluar algo especialmente cuando uno no es un experto; pero siempre es bueno hacer el intento, y es lo que trataré en este artículo para nuestro boletín misionero, como manera de animarnos a seguir adelante con una mirada amplia que nos aleja del círculo estrecho en el que nos movemos, y muchas veces evaluamos equivocadamente creyendo que lo que vemos ahora y aquí, es el todo; generalmente deducimos que las cosas no van bien y nos desanimamos.

¿Qué es la Alianza hoy?
Es un movimiento que ha traspasado las fronteras nacionales y culturales, que ha llegado a 91 países del mundo. Nos conmovió hasta las lágrimas ver hermanos de diferentes razas y culturas del mundo, hablando diferentes idiomas, pero unidos en la fe y adorando al mismo Dios, todos sintiendo lo mismo.

Es un movimiento unido por los lazos del amor de Cristo. Fue impresionante sentarnos a la mesa, sin entendernos por el idioma, pero sintiendo un afecto fraternal que solo es el producto del evangelio que recibimos.

Es un movimiento que no ha cambiado su mensaje. El evangelio cuádruple sigue siendo el mensaje central del evangelio que predicamos; este mensaje nos ha mantenido en la centralidad de la Palabra de Dios. Diversidad en las estrategias, en la plantación de Iglesias, en las alianzas misioneras, pero unidos proclamando a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador; como nuestro Santificador, como nuestro Sanador y como nuestro Rey que pronto viene.

Es un movimiento misionero. Que está enviando a hombres y mujeres a los no alcanzados, dispuestos aún al sacrificio. Fue conmovedor ver la galería de los mártires que han dado su vida como una ofrenda al que también dio su propia vida para redimirnos, Jesucristo. Una larga lista que han sido coronados por la gloria y han sido la preciosa semilla sembrada para luego cosechar lo que hoy tenemos como herencia recibida.

Es un movimiento que proclama la gloriosa segunda venida de Cristo. Esta es la esperanza bendita que este mundo necesita cuando se derrumba en sus cimientos fundados en la arena de la incredulidad, la idolatría y la inmoralidad. Cuando El venga, restaurará todas las cosas.

Finalmente diremos que Dios nos ha puesto en esta brecha. Seamos fieles a nuestro llamado; fieles a nuestra identidad; fieles al mandato Supremo recibido. Fieles al evangelio que recibimos. Hoy vivimos el desafío más grande de la historia. Edifica tu propia historia, siendo parte de esta obra bendita, consagrando tu vida al Señor; orando por más obreros que vayan a la cosecha final; ofrendando con tus bienes a la obra de Dios; este será el único ahorro que perdurará por la eternidad; si Dios te llama, obedece, esta será la decisión más importante de tu vida; lo digo por experiencia. Dios te bendiga.

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