miércoles, octubre 29

REFLEXION TEOLOGICA: LA PROMESA DE FE EN TIEMPO DE CRISIS ECONÓMICA



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PREPARANDONOS PARA LEVANTAR PROMESA DE FE EL 30 DE NOVIEMBRE
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REFLEXION TEOLOGICA: LA PROMESA DE FE EN TIEMPO DE CRISIS ECONÓMICA
Pr. Roberto Hepokoski


Escribo estas palabras el día lunes 6 de octubre. Hace dos semanas que los medios de comunicación hablan sin cesar de una crisis económica mundial. Chile dice que está en buen pie para enfrentar la crisis “externa”, pero hoy la bolsa chilena vivió su peor día en diez años. Subió el dólar a 600 pesos, pueden subir las tasas de interés y lo único que ha bajado es el precio del cobre. Esperemos que Chile esté en condiciones para enfrentar bien la crisis, pero en verdad, muchos chilenos ya están pasando por su propia crisis económica.

En tiempos como estos, es normal preguntarse cómo afectará a uno. ¿Podría perder mi empleo? ¿Cómo pagar mis deudas si suben los intereses? ¿Cómo proveer para mi familia con el precio de arroz y de pan? Aunque sabemos que Dios promete cuidar a los que buscan primero su Reino y justicia, persisten dudas.

¿Cómo debe responder el cristiano a una crisis financiera mundial? La Biblia nos da un modelo inspirador en Hechos 11. Leemos de la iglesia en Antioquía, una congregación de compasión, oración y de espíritu pionero en las misiones. Se cuenta que en una reunión un profeta, Ágabo, les comunicó por el Espíritu de Dios que vendría una gran hambre en todo el mundo. Sin embargo, en vez de preocuparse por sus propias familias, en vez de asustarse y entrar en pánico, dice Hechos 11:29 que “decidieron que cada uno de los discípulos, según los recursos de cada cual, enviaría ayuda a los hermanos que vivían en Judea”. (NVI)

La iglesia de Jerusalén en Judea fue pobre mientras Antioquía fue una ciudad más próspera. Sin embargo, los antioquinos eran parte del mundo entero que sufriría de hambre. Sin seguridad para su propia situación futura, en vez de guardar recursos para sí mismos, se esforzaron en dar. No pensaron en quién les ayudará, sino en quién podrían ayudar ellos.

Si el mundo entero entrara en una recesión (o peor) en estos días, nos afectará de dos maneras. En primer lugar, tendríamos que pasar por escasez y pruebas nosotros mismos. Segundo, habría mayor oportunidad para alcanzar a las personas que buscarían y clamarían a Dios en medio de su necesidad, porque en tiempo de crisis económica la gente busca a Dios, aún los incrédulos. Los antioquinos, que recién en Hechos 11:26 recibieron el nombre de “cristianos”, respondieron así con la compasión cristiana, ofrendando por fe en las vísperas de una crisis económica.

En enero de 2008 la Junta General declaró el día 30 de noviembre como el Día Nacional de la Promesa de Fe. Uno podría pensar que ahora, con la economía incierta, es mal momento para hablar de la Promesa de Fe. Respeto a lo que tenemos en el bolsillo para dar, bien puede ser un momento inoportuno. Pero por el otro lado, no podría haber mejor momento, porque habrá personas en todo el mundo enfrentando una necesidad que les llevará a Dios, en busca de paz, protección y esperanza. Hermano, su Promesa de Fe hace posible enviar obreros ahora, para dar el mensaje de fe y esperanza en este momento crítico para tantas personas. Tal vez para nosotros no es el mejor momento para recibir la Promesa de Fe, pero la Promesa de Fe no es para nosotros, sino para los que buscarán a Dios. Para ellos es el tiempo preciso.



Este año que pueda usted hacer una promesa verdaderamente de fe. Aunque no hay seguridad sobre nuestra economía nacional ni personal, sabemos que hay personas sin Cristo y sin iglesia que dependen de los mensajeros que enviaremos nosotros. La Promesa de Fe es una respuesta cristiana a la crisis económica mundial.

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