sábado, noviembre 22

Testimonios de Promesa de Fe

Desde Alto Hospicio…
Alto Hospicio es una congregación con 12 miembros, actualmente está gozando de la bendición de tener una familia Pastoral a tiempo completo. Aunque pequeña ha aprendido a ser generosa, pues como recibe de los hermanos que dan su Promesa de Fe, ellos también dan para que otros hermanos sean bendecidos como ellos. A continuación un testimonio escrito de la hermana encargada de Promesa de Fe:

“Pastor Samuel, juntos podemos lograr lo que separados ninguno de nosotros podría hacer, podemos alcanzar a nuestro mundo para Jesucristo. Agradezco a mi Dios por permitirme poder ofrendar para misiones, porque ha bendecido mi vida, me siento contenta por el favor que me ha dado poder aportar para este gran ministerio. También agradezco por las ofrendas de cada hermano que ha cumplido con su compromiso. Nuestro Dios Padre bendiga a cada familia que ha sido fiel, porque comparado con lo que nuestro Dios hace por nosotros es poco lo que hacemos, pero con todo nuestro amor lo hacemos para su obra. Dios mío te doy gracias por ser el hacedor de milagros en mi vida, por ser mi protector. Ayúdame a no olvidarme de esto y darte siempre la honra. Dios bendiga este ministerio Mi Promesa de Fe son mis más grandes bendiciones”.

Hermana María Azócar.

Nuestra Promesa de Fe de enero a septiembre alcanza la suma de 224.000 pesos.

Desde Norte Grande bendiciones a todos los hermanos.

Pastor Samuel, Cecilia, Elías y Jeremías.

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Desde Coquimbo
PROMESA DE FE
“Una preciosa semilla para un precioso fruto”


La ofrenda “Promesa de Fe” es como una preciosa semilla sembrada, de la cual podemos esperar el más precioso de los frutos: “el evangelio de Jesucristo corriendo, comunicándose y transformando la vida de hombres y mujeres”. Así cumplimos la misión de la iglesia (Mateo 28:19-20); una tarea no sólo de algunos, sino de “todos”.
Quiero manifestar mis sentimientos de más profunda gratitud junto a mi familia; primeramente a Dios, y luego a todos los hermanos desde Arica a Punta Arenas, por esa generosa y fiel ofrenda que mes a mes ayuda a nuestro sostenimiento.
Quiero destacar dos razones que nos alientan cada día en este trabajo:
El regocijo y convicción de haber oído la voz de Dios y obedecido a su llamado, y
La preocupación y compromiso de la iglesia nacional con la obra misionera.
La preocupación constante por mi familia y la obra, se deja ver ya sea por correos electrónicos o llamadas telefónicas, como también cuando llegan los informes que hablan de la participación de cientos de hermanos con el sobre amarillo. Quiero reiterar mi gratitud a todos y a cada uno de los pastores, diáconos y ministerio de misiones en cada iglesia local, a los niños, jóvenes y adultos, que con la ayuda de nuestro buen Dios, permiten que los proyectos misioneros que han nacido en Su corazón, se estén llevando a cabo. Todo esto, nos hace sentir que no estamos solos, que tenemos una gran familia, la familia aliancista.

Esta ayuda que es un servicio sagrado no sólo suple las necesidades de los santos sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo, y por su generosa solidaridad con ellos y con todos”
(2ª Corintios 9:12-13, NVI)

Con sincero afecto
Pastor Daniel Bontes M.
Iglesia Roca Fuerte
Coquimbo

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